Saturday, November 17, 2012

DOCE AÑOS


Es cierto, el tiempo vuela. Los días pasan inexorablemente y aunque nunca acabes convencido de ello, te vas dando cuenta que esto no tiene nada que ver con un constipado,  gripe... una de esas enfermedades que acaban desapareciendo, si no que es algo que esta ahí y que siempre le va a acompañar, como una sombra sobre su destello, un escollo en el mar en calma que, aunque con aristas afiladas, intentas ir sorteando con mano firme, la vista puesta en el horizonte y el corazón aterido por cada fase que se va iniciando.

    El colegio termino. Sergio aprobó todas las asignaturas, (estoy seguro que con algo de ayuda) y el verano ha transcurrido casi sin darnos cuenta, siempre pensando en esa nueva etapa, la entrada al instituto,  acongojado por los miedos que nos impone saber que, para el, probablemente se trate de un medio hostil.

    Su carácter cambia, imperceptiblemente  pero lo hace. Ante nuestros ojos deja la niñez  para adentrase en la adolescencia y se vuelve mas taciturno, en ocasiones malhumorado sin causa justificada, igual con nosotros que con sus amistades de toda la vida. Ellos le conocen y parece que le han tomado la medida a sus excentricidades, (aunque también se aprovechan de su incapacidad para no discernir realidades y bromean a su costa, quizá sin malicia, pero debido a ello, Sergio ha aumentado su lista de fobias: el fin el mundo, las arañas... aunque supongo que la mera visita a Internet podría haber tenido el mismo efecto.

 Ahora se ha centrado en la informática  Ni los ordenadores ni las videoconsolas tiene secretos para el. e intentamos que disponga de todos los medios a nuestro alcance para que experimente con ello. Por suerte es un tema con el que también disfruto, (estoy seguro que por eso es uno de los elegidos por el, estoy convencido que estos niños actúan en general por mimetismo) y aunque en ocasiones pueda ser agobiante por repetitivo, creo que puede ser un campo interesante para una mente inquieta como la suya.

    En el instituto, aparte de quejarse del exceso de trabajo, nuestros temores parecen infundados. Reconozco que es un centro peculiar, no llega a bachiller y por ello los alumnos mayores tienen unos dieciséis años . De cualquier manera, nos preocupamos que conociesen todos los datos respecto a el, tanto la administración del mismo como su tutora y por ello, desde el primer momento parece sobre protegido. Sigue jugando solo en el recreo, pero los problemas relacionales con sus compañeros son mínimos e incluso ya hay quien, como en el colegio, están dispuestos a echarle una mano.

    Me gustaría hacer un inciso sobre este tema. Todos, y repito, todos los que nos rodean, incluido Sergio, saben que es lo que padece y que motiva su comportamiento que visto desde el exterior, podría ser errático  Creo que el conocimiento es la mejor ayuda. Un niño con Sindrome de Asperguer puede comportarse de manera realmente desagradable y si no se saben los motivos, crear a su alrededor un ambiente que le podría ser realmente perjudicial.

      Si algo he aprendido a lo largo de estos años, es que esa es nuestra mejor arma, (quizá la única).

    El tiempo sigue corriendo, Sergio creciendo, el cambio hormonal es evidente y la interacción con sus compañeros empezara a ser perentoria. De nuevo iniciamos la bajada en esta montaña rusa.
en breve